Elieshay Arkhadiam

domingo, 1 de noviembre de 2009

Ya han pasado dos meses desde que salí del último pueblo en la caravana. Una interminable sucesión de segundos, minutos, horas, días... Polvo, vegetación reseca y monotonía.


Es tu destino, vive y siente como uno de ellos. Cuando llegue tu momento aparecerá justo frente a ti, en medio de tu camino.


El viejo y sus consejos crípticos, con eso y con 10 monedas se supone que tengo que cumplir con mi gran destino ¡Ja!. No tengo la menor idea de lo que busco, donde he de buscarlo, cuando voy a encontrarlo, ni si quiera sé si lo reconoceré cuando lo tenga delante y para colmo hasta que no lo consiga no podré continuar mi aprendizaje, como voy a llegar a ser uno de los grandes...

- ¡Eh chico!, estamos a punto de acampar, sal de ahí y encárgate de las bestias.

- Ya voy, ya voy.


Qué fácil lo tiene Marian, solo por dos minutos, dos miserables minutos y mia sería ahora la túnica, la villa y todo lo demás. Mientras yo estoy aquí ella disfruta de las atenciones y el conocimiento.


- Tranquilo soy yo.... vaya, ya veo la rozadura.... si, si, trataré de llevar las riendas mañana.... ahora deja que el emplasto haga su función y descansa un poco, de que termine la comida volveré a verte.


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